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Historia Nuestra en Caño Cristales
En el año 2012, luego de iniciar la apertura y aventura emprendedora de la Agencia Kurt Hahn Colombia S.A.S. mi sueño era el de conocer Caño Cristales, como te debe estar pasando a ti que lees este texto. me arriesge comprando un tiquete aéreo con la aerolínea Satena, no muy económico en ese entonces, pues superaba los $500.000 colombianos; era mi primer viaje en avión y valía la pena pagar ese dinero, porque era un viaje especial, era el encuentro con un lugar que me atraía más que imán al hierro.
Preparé mi morral con lo básico, algunas camisetas de tela licrada, una de ellas fue la de la selección Colombia, algunas pantalonetas, varios pares de medias, gorras y dos pares de tenis (unos para viajar y otros para mojar. Ya en el avión, me encontraba muy emocionado por ser mi primer vuelo, mi camara lista para capturar todo lo que más pudiera, el día soleado alumbraba los potreros que algún día fueron selva y penetraba en los dominios de la reserva y Parque Nacional Natura Sierra de La Macarena, en ese momento pensé: deberían extraditar al hombre a otro lugar del universo, sin plantas ni ríos, sin animales ni colores, para que dejara descansar la tierra por unos 1000 años.
Estando en el pueblo, había que buscar un hotel, entonces llame al que, para ese entonces era mi mejor amigo, alguien que ya había ido varias veces con el escritor y fotógrafo Andres Hurtado García, mi amigo estaba en su equipo de trabajo y visitaba este paraíso varias veces por año. Por muchos días le insistí para que me llevara a Caño Cristales, pero siempre sacaba una excusa diferente (es muy caro, no hay cupo, no sé cuándo vuelven, etc, etc, etc), pero yo quise darle una sorpresa, investigue del lugar, ahorré unos pesos y emprendí mi viaje sin decirle nada; ya estando en el parque principal de La Macarena, hice la llamada y le pedí consejo para un hotel, le describí el lugar donde me encontraba y él con sorpresa solo me dijo que allí alrededor del parque habían varios hoteles, que buscara el que mejor se acomodara a mi bolsillo y comodidad, luego dijo que en un rato me llamaba porque entraba a una reunión y colgó. Esa fue la última vez que hablamos, nunca más volvió a contestar una llamada o algún mensaje, tampoco nunca entendí el porqué de su actitud.
Conseguí una habitación en un hotel que se llamaba Antoni, creo que aún existe, pero con más pisos, estaba a tan solo una cuadra del río Guayabero y de su puerto principal, me alisté y salí hacia el puerto para tomar una lancha que me llevara hasta el lugar donde podia tomar el campero que me acercaría al río de mis sueños; estando allí un militar me informó que para tomar una lancha tenía que contratar un guía autorizado y que tuviera un permiso para llevarme; permiso que daban pagando una cantidad de impuestos y que luego debía pagar la lancha, el guía y el campero sólo a mí, me dijo los valores y yo me escandalice, porque no contaba con todo ese dinero, la otra opción me dijo, era que me uniera a un grupo de turistas, para que entre todos nos dividiéramos esos gastos, pero que los turistas salían para Caño Cristales entre 6 y 8 am, en ese momento ya eran las 11; me asusté porque sólo tenía el día completo siguiente y parte del tercer día, pues mi vuelo de regreso estaba programado al mediodía de esa tercer jornada.
No había tiempo que perder y como no conocía a nadie y como tampoco mi "mejor amigo" me volvió a contestar el teléfono, llamé a otra amiga que en algún día emprendió un viaje en bicicleta a Caño Cristales, ella si me ayudó y me contactó con un muchacho que era guía; este muchacho (Diego), me explicó como funcionaba el turismo allí y también me explicó que no cualquier guía me podia llevar, porque trabajaban por turnos cada semana y en esa semana él no tenía ese turno; entonces no había tiempo que perder, él me llevó a conocer todos los hoteles del pueblo, para tener sus contactos y clasificarlos en cuanto a precio y comodidad, mi sueño siguiente era el de llevar turistas a Caño Cristales, así como ya lo hacía en otros destinos: Parques nacionales el Cocuy a las cumbres nevadas y Tayrona a las profundidades del mar, Desierto de la Tatacoa, Nevado del Tolima, algunas reservas naturales a los alrededores de Bogotá. Estaba iniciando con la Agencia de viajes, pero ya llevaba varios años guiando personas para otras agencias, algunos colegios, empresas y universidades.
Hasta tarde de la noche, Diego me estuvo ayudando a conseguir un guía que tuviera cupo en su grupo, para poderme unir al siguiente día, pero de sus conocidos, casi ninguno tenía turno y los que sí, no tenían cupo en el grupo, pues se completaba con máximo 7 turistas; pero una joven guía dijo que estuviera temprano en el Hotel Punto Verde, pues tenía 5 viajeros, pero sólo con la autorización de ellos podría sumarme. Así terminó el primer día y me fui a descansar.
DÍA 2: Muy temprano me alisté, desayuné y a las 6:30 ya estaba en el hotel Punto Verde, allí conocí a la guía, pero su atención no fue agradable, me miró despectivamente y solo me dijo: espere allá afuera que están desayunando; yo un poco sorprendido y nervioso porque no quería perder mi viaje y veía que la única oportunidad de ir sería con ese grupo. me retiré y salí al frente del hotel a esperar con ansiedad, me senté en una banca del parque y me puse a ver los pajaritos que estaban en los árboles, luego una señora de edad avanzada, se me acercó y me dijo: Buenos días muchacho, yo lo vi a usted en el avion tomando fotos como loco, será que me puede ayudar a entender cómo se toman las fotos en mi cámara?, Claro que si, le respondí y me di cuenta que era de las mismas cámaras a la mía (en esa época aún se usaban las camaras fotográficas digitales, las de los celulares aun no cogían fuerza); fue fácil explicarle y ella muy agradecida me dijo: y con quien va a ir hoy a Caño Cristales, le respondí que aún no lo sabía y le conte mi historia, entonces ella tan bella me dijo: vallase con nosotros, que vamos con el mejor guía de esta región, él nos va a llevar por todos los lugares mas lindos del río (años después concluí que esa señora tenía la razon, Lalo era el mejor guía de la región), me olvide de la otra guía y me uní a ellos: una pareja de jóvenes y una pareja de señores que superaban los 60 años.
Ya en el puerto un retén militar que nos solicitó documento de identidad y al guía el permiso de ingreso (una hoja con los sellos de cormacarena y parques nacionales, allí estaba la lista de turistas y como había 3 casillas libres, me pudo incluir a mí también (antes era más fácil, ahora el guía depende de una agencia, la cual se encarga de solicitar todos los permisos y autorizaciones y de contratar con esas autorizaciones: el Guia, La Lancha, el Campero, etc.). A partir de aquí, 2 horas me separan de Caño Cristales, mi tan soñado viaje; tomamos una lancha por el río Guayabero, en contra corriente, en las orillas varios grupos de tortugas posados sobre troncos horizontales que sobresalían a la superficie, disfrutando del sol y formadas en fila india, en orden estricto de tamaño, la más grande adelante y al oír el ruido del motor se lanzan al agua, también en orden, saltando primero las delanteras.
Luego de un paseo en lancha de unos 20 minutos, llegamos al puerto los Mangos, el transporte cambia y ahora es en un campero que se desenvuelve muy bien en una carretera destapada en su mayoría plana; cada vez más cerca y cada vez más emocionado.
El viaje en campero duro unos 40 minutos, descendimos y realizamos un pequeño calentamiento antes de emprender nuestra caminata de aproximadamente 2 kilómetros, al pasar encontramos varias plantas, como frailejones que nunca había visto, La velousia una planta endémica que crece en las rocas y que según el guía, sólo nace allí. la sabána colinda con la selva, al fondo se ve su límite, nítidamente marcado. esta línea tiene nombre: CAÑO CRISTALES. Cuando estábamos a tan solo 50 metros, mi corazón vibraba con fuerza, mi respiración se aceleró, tenía timidez de tocarlo, sentí inmediatamente que no era cualquier río, sentí que era sagrado, bañarse allí no es sumergirse en una piscina de colores; es un rito silencioso y de purificación, la emoción se manifesto con mas agua, pero esta brotaba de mis ojos; aun puedo sentir ese primer contacto: mi mano en su cálida agua; nose uds que vallan a sentir, pero para mí ese momento fue como un bautizo de vida. unos minutos mas tarde me sumergí en él, fue mas que amor a primera vista, fue amor a distancia, porque sin conocerlo ya lo amaba y desde ese primer momento sentí que pertenecía a él.
El día y la tarde se fundieron entre sus laberintos de rocas, varias pocetas y pozos, cascadas, colores, sol intenso; quería nunca salir de la profundidad, para mí era perfecto, pero llegó el momento de despedirme y sentí que debía hablarle al lugar, le pedí que me permitiera regresar; 41 días después, regresé con mi primera excursión en Caño Cristales, 3 turistas (por algo se empieza) y sentí que el lugar me había cumplido, la naturaleza te cumple cuando de corazón le pides, por esos días manejaba esa creencia como una intuición, pero hoy en día para mi, es una certeza.
Así se fue el 2012, la temporada termino en noviembre; con Lalo (el guía) quedamos en contacto, él me trato muy humildemente y con gran humanismo: sólo lleve 3 turistas en el año, no como otras agencias que llevaban docenas, pero él confió en mi proyecto. Antes de partir, volví a darle mi agradecimiento al lugar y a pedirle que me volviera a permitir regresar. Al siguiente año volví; sólo fui una vez nada más y también con 3 viajeros, pero uno de ellos había ido en el grupo del año anterior, es decir que estaba repitiendo viaje; pero Lalo seguía con la misma cordialidad, ese año no lleve más turistas y para el siguiente año, Lalo me llamó, antes de que la temporada iniciara y me invitó (en mayo del 2014), para que lo acompañara en moto desde Villavicencio hasta caño cristales, él quería mostrarme otros escenarios increíbles que existen por esa ruta, con colores, cascadas e increíbles bellezas; no contaba con dinero para irme, pero me lo conseguí y fue una de mis aventura preferidas, duró 3 días y quedé más que enamorado, nos pasó de todo y realmente le agradezco a ese hombre por su confianza puesta en mí.
Las pruebas continuaban porque ese año 2014, no conseguí ningún viajero; me parecía muy complicado convencer alguien, en un viaje tan costoso y al pensar así, pues no convencí a nadie, porque ni yo me lo creía. llegó el 2015 y antes de iniciar temporada, recibí una llamada de Lalo, para motivarme y para darme la clave que sería la llave de un cofre lleno de alegría y prosperidad: Hay una cabaña que están construyendo en el propio parque, es de un gran amigo, de esa forma nos evitamos el viaje todos los días desde el pueblo (2 horas entre lancha, campero y caminando); me explicó cómo sería, me envió fotos y luego de colgar me senté a pensar y desempolve mi sueño de volver a Caño Cristales con más y más personas a las que quería transmitirles el amor que yo sentía hacia él. pensé en la petición humilde que le hice al río y de alguna forma entendí que él me estaba llamando para algo especial, -porque ésta oportunidad?, con estas personas especiales y privilegiadas (los dueños de las tierras del río de mis sueños, unos humildes y grandiosos campesinos), esa oportunidad no la tenía nadie más.
Inicié a creer que podía, le dije a familiares, amigos, conocidos y viajeros que ya me conocían: para que me ayudaran a transmitir el mensaje, de conocer el río de los 5 o de 7 colores, como le llaman, yo le llamo el río de mis sueños. Para el mes de septiembre conseguimos entre todos, un grupo de 13 viajeros, pero en ese viaje fue mi pareja, mi hermana uno de mis amigos, 2 viajeros que me conocían y varios nuevos viajeros; fue la primera excursión que se hospedó a 200 metros de Caño Cristales. al mes siguiente regresé con 4 alemanes y mas viajeros nuevos, que en total sumaban 14; en ese viaje iniciamos a tener acciones de envidia, por parte de otros operadores, pero había una fuerza mas grande que todos ellos y quiero compartírselas a Uds. "Cuando sirves a la Naturaleza, cuando la saludas, cuando le agradeces, cuando le demuestras amor, ella nunca te dejará solo": en el momento de salir hacia el pueblo, para tomar nuestro vuelo de regreso a Bogotá, el carro campero nunca llegó, el tiempo pasaba y la aerolínea llamaba para realizar el Check in, pero nosotros aun estábamos a más de una hora del aeropuerto y sin transporte para irnos. Lalo se fue en moto hasta el lugar donde estaban los carros, pero ellos decían que la orden era, no sacar el grupo de nosotros, tocó grabar para demandar y presionar para que ellos fueran, el tiempo no alcanzaba, por más que corrieran, el vuelo lo íbamos a perder, el avion lo vimos pasar cuando llegó a la Macarena, en el mismo momento que llegaron los carros por el grupo, (sólo serían 20 minutos después para que saliera de regreso a Bogotá y nosotros a más de una hora del aeropuerto). Yo no sabía que hacer, la envidia de algunas personas con poder iba a herir de muerte un proyecto y un sueño; yo estuve en silencio y pedí por un milagro, volví mi mirada hacia el lugar y él me escuchó, a los 15 minutos inició un aguacero mágico, cargado de justicia y de apoyo, el aeropuerto fue cerrado, el vuelo aplazado y el grupo llegó, mojado, pero llegó y también voló en ese avión, donde no nos querían dejar subir, por el pensamiento de personas desconectadas con la prosperidad, porque la prosperidad es como el oxígeno, para todos hay de sobra.
Así se fue el 2015 y en el 2016 con más fe, "en que alguien muy grande estaba a mi lado, por esa senda que había elegido, alguien llamado Caño Cristales".
Este año creció el número de viajeros, fueron 41 los que confiaron en nosotros. Varios intentos más de sabotaje, pero siempre ocurría algo asombroso para apoyarnos y blindarnos; cada vez con más ganas quería volverlo a ver y cada vez con más amor me despedía cuando tenía que regresarme a casa. Siempre le pido que me permita regresar, siempre, no importa que no lleve turistas, yo no me cansó de ir. En el 2017 fueron más de 10 excursiones, 59 viajeros; en el 2018 fueron 75; para el año 2019 casi que 100 (fueron 98 viajeros) y entonces llegó la pandemia, me llené de ansiedad porque pensé que no lo volvería a ver, pero a distancia él me decía que estuviera tranquilo y cada vez me fui llenando de más y más seguridad, confié y llegó la oportunidad en el año 2021; ese año en la primera excursión, cuando estaba a metros, corrí hacia él, como si se tratara del amor de mi vida, me zambullí y le dije que gracias, que lo había extrañado como a nadie, lloré de alegría porque había pasado mucho tiempo, porque pensé que la pandemia nos alejaría para siempre, pero ya estaba ahí de nuevo.
Todo creció para esta temporada de forma increíble, porque fueron más de 400 viajeros con Kurt hahn Colombia y para el 2022 muchos más, en total 667; por un lado solo son números, que se podrían convertir en aire para inflar egos, pero es mucho más que eso, ya que el proyecto ha incorporado a más familias de campesinos, guías, conductores, canoeros, restaurantes, etc, etc. el año anterior iniciamos a sembrar árboles en su devastada tierra, llena de potreros; hemos llevado excursiones en carro desde Bogotá, por esa increíble ruta, por la que me aventuré a ir con Lalo; hemos llevado ciclistas también en una excursión única y en mi mente se ha ido formando la idea de una excursión especial y Espiritual, donde queremos que los viajeros conecten con todos los elementos de la naturaleza, con su corazón también, necesitamos transmitir esto que me pasa a mi, porque es hermoso y no me lo quiero guardar sólo para mi.
La naturaleza te da, más de lo que pides, te da aire, alimentos, momentos increíbles, a mi también, pero además de todo eso, la naturaleza me ha dado la prosperidad y siento que mi deber es transmitir todas esas cosas que algunos llaman sentimientos, emociones o despertar espiritual, siento que ese a sido el mensaje que Caño Cristales ha querido darme desde antes de conocernos.
Fabuloso relato y su historia de crecimiento en todo sentido, con esa fuerza espiritual guiada por el río de 7 colores, en beneficio de tantos, pero especialmente del medio ambiente regional, felicitaciones por ese sueño cumplido. Esperamos disfrutarlo de manos suyas y con su guía. Gracias GBuitrago